domingo, 28 de junio de 2015

Un veterano con carácter

En esta entrada voy a tratar una de las categorías estéticas que más me apasionan: el carácter, o lo característico, que son aquellos aspectos de sello personal que se pueden apreciar en una creación artística. Este término tiene relación con una definición de "genio" según la cual, un artista es una persona capaz de engendrar o ejecutar obras de arte; no obstante, por encima de todos ellos y en número escaso en cada época se encuentran los genios, que ejecutan sus obras con un lenguaje nuevo-diferente-personal, que servirá de referencia para las futuras generaciones. En el terreno de las marcas comerciales, dotado de carácter y genialidad, encontramos el logo de:

 

El logo de Coca-Cola está basado en la vieja caligrafía manuscrita denominada Spencerian, que era el estilo de escritura "tipo" de la correspondencia comercial en los Estados unidos desde 1850 hasta la implantación de la máquina de escribir en el siglo siguiente. Esta caligrafía se caracteriza por la elegancia y el dinamismo de las líneas que adornan las letras, especialmente  las mayúsculas. A pesar del trazo recargado no se dificulta la fluidez en la escritura.
El emblema de Ford también utiliza la caligrafía spencerian

La forma básica del logotipo de Coca-Cola  pasa de los 100 años de edad. Sólo algunos retoques para modernizar la letra, el añadido del fondo rojo y la banda denominada dynamic ribbon, son las modificaciones más importantes que ha sufrido el diseño a lo largo del tiempo. Sobre la historia de la empresa y para ver otras páginas que explican la evolución del logo puedes seguir el siguiente enlace:



La falta de carácter es una de las principales "características" de lo mediocre. A  la sombra de los grandes crecen un sin fin de variantes que rozan el plagio de los diseños originales. Rebuscando en la red he encontrado algunos ejemplos de diseños que claramente imitan a aquellos que se toman por referencia, que suelen ser los líderes del sector donde compiten.



El carácter se consolidó como valor artístico a partir del romanticismo. Claro que anteriormente había autores con un marcado sello personal pero este atributo quedaba eclipsado frente a la pericia técnica, la armonía del diseño o la pureza de estilo con respecto al canon clásico. El romanticismo puso el acento sobre la individualidad, sobre la fuerza expresiva de lo concreto. A partir de entonces, más que a un estilo general de una determinada escuela se le conferirá valor a la interioridad personal de  cada artista volcada sobre la obra. Contemplando la obra podemos deducir quién a sido su creador porque éste ha dejado su impronta, un sello personal. Más tarde, cuando el arte moderno hace saltar por los aires las formas y las reglas del pasado, aparece una  nueva situación en la que la firma del autor, en ocasiones, viene a ser prácticamente todo lo que hay de valor en la obra.

Como ejemplo, algunos autorretratos de pintores con marcado carácter

Piet Mondrian
Pablo Picasso
Vincent Van Gogh

-o-

Pero volvamos con nuestra marca: una constante en el análisis de los logotipos de las empresas va a ser la claridad y la sencillez. No creo que exista marca comercial que pretenda ser confusa o enrevesada. El reconocimiento exige simplicidad e inmediatez. Pero dentro de esta sencillez vamos a encontrar una infinidad de matices que son los valores a los que hacemos referencia en este blog. 

Gracias a una impecable gestión de la marca durante décadas sentimos Coca-Cola como mucho más que un simple refresco a base de agua carbonatada con azúcares y aromas, sino que se trata de un intensificador de la vida en toda regla. Cada botella encierra un estilo de afrontar la existencia, una historia repleta de sensaciones que enlazan con nuestra más intima forma de entendernos a nosotros mismos. Por eso, la marca Coca-Cola tiene carácter. Cualquier otra empresa  que utilice en su logotipo un código similar de letras y colores no pasará de ser una imitación. Realmente, los medios utilizados en el diseño son muy básicos ya que, como he comentado más arriba, la caligrafía, que es el elemento predominante, proviene de un modelo estándar. Pero ha pasado el tiempo, la marca ha madurado con dignidad, y aunque los años de gloria de la caligrafía quedaron atrás la imagen de Coca-Cola sigue tan fresca como siempre.

-o-


No hay comentarios:

Publicar un comentario