Comenzamos esta serie de artículos sobre los valores estéticos de las marcas comerciales analizando un omnipresente en España desde hace décadas, me refiero a:
La marca nace en Madrid dando nombre a una sastrería en el año 1890. Esta pequeña tienda sería el germen del uno del los grupos empresariales españoles más importantes de todos los tiempos; que engloba además de los reconocidos grandes almacenes: hipermercados, agencias de viajes, agencias de seguros, ópticas, informática, bricolaje...
Sobre la historia de la empresa puedes visitar su página web corporativa siguiendo el siguiente enlace:
De la creación del logo de la empresa no he podido encontrar referencias contrastadas, Tan sólo he leído un comentario sobre la grafía del nombre de la empresa a partir de la década de los 50 , que se le atribuye al propio Ramón Areces, presidente de la corporación desde su fundación hasta la muerte del mismo. En aquellos tiempos, aún no había desembarcado en España desde América la teoría del branding y la imagen de marca no era una preocupación para las empresas, por lo menos al nivel que se experimenta en la actualidad.
En la siguiente tira podemos comprobar la evolución de la marca a lo largo del tiempo. En los primeros años tan sólo aparece el texto rotulado acompañado de un eslogan muy de la época, Es a partir de 1957 cuando el logo adquiere la grafía del propio presidente y se esboza la forma de triángulo, que a partir de 1962 hará de fondo. Una variación del sentido del triángulo en ese mismo año, que adopta forma de banderín, es la última gran modificación del emblema de la marca que dura más de 50 años.
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Pero este blog quiere descubrir valores estéticos en las marcas comerciales con las que convivimos diariamente, y en este primer artículo voy a hacer la primera excepción, ya que lo que quiero resaltar de la imagen de "El Corte Inglés" no es un valor estético, sino un concepto: EL ICONO
Realmente, como imagen, no creo que sea posible asociarle ningún valor estético positivo a este logotipo. El triángulo no es una forma agradable, tiene cierta inconsistencia y no se da en la naturaleza. Yo no recuerdo ninguna otra marca que lo incluya como elemento principal en su emblema. El fondo verde sólido no aporta ninguna tensión ni movimiento, simplemente no dice nada. Tan sólo la grafía, con su aire manuscrito, aporta una nota de "gracia" al conjunto. Es como un esbozo de sonrisa en un rostro severo.
A pesar de ello, es indiscutible que esta es una de las grandes marcas de nuestra historia, sino la mayor. Perfectamente reconocible. Cargada de asociaciones psicológicas positivas como: calidad, responsabilidad, servicio, seguridad...etc. Y es que a lo largo de su historia, la empresa ha "llenado" la marca de contenido con su quehacer diario. Y esta es la principal lección que quiero extraer de este ejemplo: las imágenes se hacen "icono", signos de su época, no sólo por su aspecto externo o estética, sino más bien, y sobre todo, por su trayectoria.
Para rematar el artículo un breve apunte estético en torno a este término: habrá que diferenciar entre icono, iconografía e iconología.
- Icono puede referirse a una expresión concreta del arte bizantino, y en un sentido más amplio se trata de una imagen que hace referencia a una realidad representada. En este artículo he utilizado este término en el sentido de imagen que representa a una época: como ocurre con el retrato de Marilyn de Andy Warhol como icono de la cultura pop.
- Iconografía se refiere a un conjunto de imágenes o retratos, o a una descripción de las mismas.
- Iconología trata del simbolismo encerrado en las imágenes. Además de su representación puramente formal las imágenes nos remiten a ideas o conceptos abstractos más profundos. En esta polaridad que va desde lo sensible a lo simbólico encontramos un elemento diferenciador de los distintos estilos que jalonan la historia del arte.
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