domingo, 31 de mayo de 2015

El valor de la tensión

No se trata de uno de los grandes valores estéticos como la proporción, la armonía o el diseño; pero la tensión es un elemento fundamental de las composiciones que tienen pretensiones estéticas. Para hablar de este concepto me voy a apoyar en el emblema de uno de los grandes, grandísimos contemporáneos:



Puede parecer extraño, ya que el logotipo es de lo más simple que podemos encontrar. Solamente aparece el texto del nombre de la empresa subrayado en parte por una línea curva  que termina en punta de flecha, marcando una dirección ascendente. Tanto el texto como el dibujo utilizan como relleno un color sólido sin matices: el negro en las letras y un amarillo anaranjado para las líneas. Esto es la simplicidad de lo complejo, ya que detrás de esta puerta se abre un complicado sistema mundial de ventas on-line que engloba multitud de empresas, decenas de impresionantes centros logísticos esparcidos  por todo el planeta e infinidad de servicios a particulares y empresas con una expansión espectacular desde Julio de 1994, fecha en la que se fundó la empresa en Seattle (Washington- EEUU).


Volvamos a lo nuestro, el valor estético que nos ocupa -la tensión- ya fue intuido por la antigua filosofía griega cuando Heráclito afirmó que no hay belleza en lo estático, sino en la tensión; no hay belleza en lo bello sin mezcla, sino solamente en la unidad de las contraposiciones. Para este filósofo, la armonía era el punto de equilibrio entre fuerzas en tensión o movimientos opuestos: como el arco cuando tiene tensionada la cuerda en ese instante de reposo justo antes de iniciarse el lanzamiento de la flecha.


En la estética de las imágenes la tensión viene asociada a una serie de conceptos que cuentan cada uno son su propio matiz, algunos elementos que aportan tensión en una composición son:

  • El movimiento
  • Pintura Prehistorica  de Altamira
O más bien, la representación del movimiento, ya que en este blog está centrado en imágenes estáticas, como son los logotipos de las corporaciones. El movimiento emana del dinamismo, que junto con la fuerza y la actividad constituye un elemento esencial de nuestra forma de experimentar la realidad. Esta experiencia del movimiento aparece en las manifestaciones artísticas humanas desde la prehistoria y esta capacidad de síntesis del movimiento es uno de los factores que  permiten considerar a los autores de las pinturas rupestres como personas humanas.
La pintura del movimiento por excelencia es la que representa al mar, especialmente durante una tempestad, en la que todo se mueve. Transmitir ese instante con fidelidad a las sensaciones que provoca en nuestro ánimo sólo le es posible a artistas con una técnica muy depurada.


  • La gravedad
Toda nuestra existencia está afectada por la gravedad. Nuestra psiquis está adaptada a esta realidad y entendemos el mundo desde esta perspectiva. La disposición de las formas en una composición visual también se interpreta en nuestra mente desde un esquema gravitacional.
Un ejemplo lo tenemos en este diseño que realicé hace años para una colección de vidrieras abstractas. El triángulo difiere  del resto de elementos, además de por su color y su forma, por su posición. En la imagen, los cuadriláteros ocupan posiciones fijas, mientras que el triángulo tiene que caer, debe moverse hacia otra posición diferente más estable. Esta espera provoca una tensión.

  • La expresión
En el terreno  del contenido, las imágenes suelen estar cargadas de significados más o menos evidentes. Hay una especie de diálogo hacia nuestro interior en aquello que observamos, la visión interpela a nuestro espíritu.
 La imagen que muestro como ejemplo en este apartado es una fotografía que encontré por casualidad navegando por Internet. La carga de sufrimiento, la evidente injusticia que sufre el protagonista de la imagen es una llamada hacia la acción. No se puede quedar uno indiferente ante tal expresión de dolor. Por su contenido, por su carga emocional, esta imagen también muestra un elevado nivel de tensión.

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Después de estas consideraciones, es hora de recapitular y volver sobre el logo de Amazon, que es el protagonista de este artículo.


Esta imagen de marca es simple y directa. Muy actual. Representa exactamente aquello que quiere significar con un lenguaje visual universal. Aquí el diseño y la personalidad lo aporta la eterna sonrisa que deforma levemente el nombre de la empresa a la altura de la "z". Es un elemento de tensión tenue y amable, pero tensión, en definitiva. Sólo que con una intensidad muy medida, hasta el punto de  pasar casi desapercibida. Y por qué es una tensión, porque la sonrisa no es un estado de reposo, se trata de un rictus para el que hay que activar determinados músculos del rostro. Os habrá ocurrido en alguna ocasión que después de echar unas risas te "duele la cara de reir". En el rostro de Amazon siempre  encontraremos una sonrisa.


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